Un reciente estudio publicado en Perfiles Educativos examina los efectos de la política de créditos estudiantiles en Chile y su impacto en la reducción de la desigualdad de acceso a la educación superior entre los años 2003 y 2017. Los autores, Camila Mella San Martín y Emilio Moya Díaz, de la Universidad Católica de Temuco, se preguntan si esta política ha logrado cumplir su promesa de democratizar el acceso a la educación superior, particularmente para jóvenes de sectores socioeconómicamente desfavorecidos.
El estudio emplea datos de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) y utiliza modelos de regresión logística y multinomial para calcular el efecto del origen social sobre la probabilidad de acceder a distintas instituciones de educación superior. La muestra está compuesta por jóvenes de entre 18 y 24 años que residían en sus hogares de origen en el momento de ser encuestados.
Hallazgos principales: reducción parcial de la desigualdad
Los resultados indican que la política de créditos estudiantiles ha logrado reducir el peso de los recursos económicos en el acceso general a la educación superior. Sin embargo, este efecto positivo se ha concentrado en las instituciones menos selectivas, como centros de formación técnica y universidades de menor prestigio. El acceso a las universidades de élite, por otro lado, sigue siendo ampliamente determinado por el origen social, manteniendo una barrera para estudiantes de menores ingresos.
El análisis sugiere que, aunque la política de créditos ha permitido a más jóvenes ingresar a la educación superior, ha generado una nueva forma de estratificación dentro del sistema educativo. Si bien ha habido un aumento cuantitativo en la matrícula, la calidad del acceso sigue profundamente influenciada por el nivel socioeconómico, lo que refuerza la desigualdad en el acceso a instituciones más prestigiosas y de mejores oportunidades laborales.
Una desigualdad reformulada, no reducida
En lugar de eliminar la desigualdad de acceso, la expansión de la educación superior y la política de créditos estudiantiles parecen haberla reformulado. La política ha democratizado el acceso a las instituciones de menor selectividad, pero la brecha entre los sectores más acomodados y los más vulnerables se mantiene cuando se trata de las universidades más competitivas. Este fenómeno plantea importantes interrogantes sobre la efectividad de las políticas públicas actuales y su capacidad para promover una movilidad social real.
Los investigadores concluyen que la política de créditos estudiantiles, aunque bien intencionada, ha tenido un impacto limitado en la reducción de la desigualdad cualitativa. El estudio resalta la necesidad de diseñar políticas más inclusivas que no solo amplíen el acceso a la educación superior, sino que también mejoren la equidad en el acceso a instituciones de alta calidad, promoviendo una verdadera movilidad social.
PALABRAS CLAVE: Chile; Desigualdad; Créditos; Educación Superior
REFERENCIA:
Mella San Martín, C., & Moya Díaz, E. (2024). Expansión de la educación superior en Chile: ¿La política de créditos estudiantiles ha logrado reducir la desigualdad de acceso? Perfiles Educativos, 46(184). https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2024.184.61245
Altmetric attention score:
Cómo citar esta nota: