Un equipo de investigadores chilenos ha logrado detectar ADN del virus de la viruela del mono (MPXV) en muestras de aguas residuales de la Región Metropolitana de Santiago, cubriendo el 85% de su población. Este hallazgo, realizado por científicos de la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile, subraya la utilidad de la vigilancia basada en aguas residuales como herramienta para monitorear enfermedades virales en la comunidad, especialmente en contextos de estigma o baja consulta médica, lo cual podría ser de gran valor en el seguimiento de virus emergentes.
¿Cómo se detectó el virus en las aguas residuales?
Entre abril y septiembre de 2022, los investigadores recolectaron muestras de aguas residuales en tres plantas de tratamiento de Santiago: El Trebal, La Farfana y La Higuera. Las muestras fueron concentradas mediante ultracentrifugación y luego analizadas con técnicas de PCR, un método altamente sensible que permite amplificar y detectar ADN específico del virus. En algunas de estas muestras, no solo se identificó el ADN del virus, sino que se confirmó la presencia de virus infectivo, lo cual plantea interrogantes sobre su posible impacto en el medioambiente y en la salud pública.
La importancia de la vigilancia en aguas residuales
La vigilancia epidemiológica basada en aguas residuales (WBE, por sus siglas en inglés) ha sido utilizada para rastrear la propagación de virus como el SARS-CoV-2 y el poliovirus, proporcionando un panorama general de la circulación de patógenos en la población. Este método permite detectar la presencia de virus de manera anónima y eficaz, sin necesidad de depender exclusivamente de datos clínicos, los cuales pueden estar incompletos o verse afectados por el estigma social. En el caso de la viruela del mono, la WBE podría complementar la vigilancia clínica al ofrecer una imagen más precisa de su circulación en la comunidad, especialmente en poblaciones donde la consulta médica es limitada.
Los análisis de las muestras tomadas en Santiago revelaron la presencia del virus en seis de las 21 muestras recolectadas, específicamente en los meses de julio a septiembre, cuando se reportó un aumento en los casos de viruela del mono en Chile. La carga viral en las aguas residuales coincidió con el aumento de casos reportado por el Ministerio de Salud, y el análisis genético mostró que los fragmentos virales detectados eran idénticos a las secuencias del virus detectado en otros países durante el brote de 2022.
Perspectivas y precauciones
La detección de virus infectivo en las aguas residuales genera alertas sobre la necesidad de estudiar más a fondo el riesgo potencial de transmisión ambiental y el impacto en los trabajadores de las plantas de tratamiento de aguas. Aunque hasta el momento no se han identificado casos de contagio asociados a este tipo de exposición, el hallazgo subraya la necesidad de establecer protocolos de seguridad y monitoreo en estos entornos.
Este estudio no sólo proporciona un método innovador para rastrear la viruela del mono y otras enfermedades emergentes, sino que también resalta la importancia de herramientas epidemiológicas que complementen la vigilancia clínica tradicional. La implementación de la WBE en Chile y en otros países puede contribuir a la detección temprana de brotes y facilitar la toma de decisiones en salud pública para prevenir su propagación.
PALABRAS CLAVE: Chile; Salud; Viruela del mono; Enfermedades emergentes
REFERENCIA:
Ampuero, M., Martínez-Valdebenito, C., Ferrés, M., Soto-Rifo, R., & Gaggero, A. (2023). Monkeypox virus in wastewater samples from Santiago metropolitan region, Chile. Emerging Infectious Diseases, 29(11). https://doi.org/10.3201/eid2911.230096
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