Un análisis metodológico del estudio sobre el desarrollo motor en niños entre 8 y 10 años
En el estudio titulado “Relationship Between the Use of Screens and the Motor Development of Children from 8 to 10 Years of Age“, y que en esta misma página divulgamos hace poco, se investiga cómo el tiempo dedicado a las pantallas afecta las habilidades motoras en una población específica en Chile. Con una muestra de 206 niños y niñas, el propósito general fue determinar la relación entre el uso de dispositivos electrónicos y el desarrollo motor, un tema relevante y contemporáneo dado el aumento en el uso de tecnología por parte de los más jóvenes. Este estudio es particularmente interesante desde un enfoque metodológico, ya que se centra en definir y operacionalizar diversas variables clave en el contexto de la investigación cuantitativa.
Las variables principales en este estudio son el tiempo de exposición a pantallas y el nivel de desarrollo motor. La primera se define como el tiempo que los niños y niñas pasan frente a distintos dispositivos electrónicos, como televisores, computadoras y consoles de videojuegos. Conceptualmente, esta variable es numérica, ya que se mide en minutos, lo que la clasifica como una variable continua. Se operacionalizó mediante el uso de un cuestionario diseñado para que los padres reporten la cantidad de tiempo que sus hijos dedicaron a estas actividades en la semana previa a la recolección de datos. La elección de un cuestionario de autopropuesta es adecuada, pero puede introducir sesgos en la respuesta, lo que limita la precisión de los datos.
La segunda variable, el nivel de desarrollo motor, se genera a partir de la aplicación del Test de Desarrollo Motor Grueso-2 (TGMD-2). Este test proporciona una evaluación categórica, clasificando a los niños en niveles que van desde “muy pobre” hasta “muy superior” en función de su rendimiento en habilidades motoras específicas, tanto locomotoras como de manipulación. Es una variable categórica ordinal, ya que alude a rangos y no a valores numéricos directos. La metodología de evaluación es robusta, dado que el TGMD-2 está estandarizado y permite obtener resultados comparables. Sin embargo, la eliminación de habilidades motoras finas de la evaluación podría ser vista como una limitación, dado que estas también son cruciales en el desarrollo integral del niño.
Es importante considerar la coherencia entre estas variables y los objetivos del estudio. La relación invertida observada entre el tiempo de pantalla y el desarrollo motor sugiere que, efectivamente, a medida que aumenta el tiempo frente a pantallas se observa una disminución en el nivel de desarrollo motor. Sin embargo, las correlaciones pueden no necesariamente implicar causalidad y este es un matiz importante que los investigadores deben considerar, así como las variaciones que pueden presentarse según factores externos como el entorno familiar y las actividades extracurriculares.
Por último, al diseñar investigaciones propias, es fundamental ser riguroso al definir y operacionalizar las variables. Asegúrate de que sean congruentes con los objetivos del estudio y considera posibles sesgos en la recolección de datos. Además, si trabajas con múltiples variables, evalúa cómo interactúan entre sí y qué metodologías utilizarás para establecer esas relaciones. Una definición y medida clara facilitará un análisis más riguroso y significativo.
¿Y tú?
Si tuvieras que estudiar este mismo tema (uso de pantallas y salud emocional en niñez), ¿qué otras variables incluirías ¿Harías cambios en la forma de medirlas?

Soy Alexis, metodólogo dedicado a la enseñanza de la investigación, la divulgación científica y el fortalecimiento del vínculo entre la academia y la sociedad. Trabajo acompañando a estudiantes, docentes y equipos profesionales y académicos en procesos investigativos, siempre con foco en la claridad, la aplicabilidad y el sentido de lo que hacemos. En Metodológica comparto recursos formativos, sin rodeos ni tecnicismos innecesarios, para que investigar no sea un enredo.

