Un innovador proyecto de Extensión Académica, liderado por investigadores de BIOREN – UFRO, ha permitido a los agricultores de Cunco familiarizarse con el uso de bioestimulantes basados en silicio, melatonina y microorganismos beneficiosos, en el contexto de la agricultura familiar campesina (AFC).
La agricultura familiar campesina desempeña un papel esencial para la seguridad alimentaria mundial, en este contexto la aplicación de bioestimulantes emerge como una estrategia prometedora para incrementar la eficiencia en el uso de nutrientes de los cultivos, mejorar su calidad y fortalecer su resistencia frente a varios estreses ambientales.
“Los bioestimulantes son sustancias naturales o producidas a partir de organismos vivos que, al aplicarse a las plantas, promueven un crecimiento más vigoroso y una mayor resistencia a factores estresantes como la sequía, el frío, las enfermedades, entre otros. A diferencia de los fertilizantes, que aportan nutrientes esenciales, los bioestimulantes actúan como catalizadores, optimizando los procesos internos de la planta para que pueda aprovechar mejor los recursos disponibles”, explicó el Dr. Patricio Barra.
Hoy, y a pesar de su potencial, el conocimiento y uso de bioestimulantes en la agricultura a pequeña escala sigue siendo limitado, de ahí el interés en mejorar el conocimiento acerca del desarrollo de nuevas estrategias de cultivo. Por ejemplo, la aplicación de agentes bioestimulantes, tales como el silicio, la melatonina y diversos microorganismos beneficiosos, es esencial para potenciar la producción alimentaria sostenible en el contexto de la agricultura familiar campesina. El desarrollo de bioestimulantes es un área de investigación dinámica, hoy día existen varios tipos, todos con sus características y propiedades/beneficios, en este proyecto se abordó el trabajo con esos tres.
En este escenario los investigadores Dr. Patricio Barra, Dra. Leyla Parra, Dra. Sofía Pontigo y el estudiante de la carrera de biotecnología José Miguel Vejar, desarrollaron el proyecto “Innovación en la agricultura familiar campesina: uso de bioestimulantes para un futuro sostenible”, que durante el mes de julio permitió a los miembros del Comité de Pequeños Agricultores La Unión, Cunco tener una aproximación a los bioestimulantes.
Este proyecto de Extensión Académica de la Dirección de la dirección Vinculación con el Medio tuvo por objetivos: divulgar conocimiento científico acerca del origen, manejo y uso de los bioestimulantes para fortalecer los cultivos generados por la agricultura familiar campesina; difundir los principales beneficios del uso de bioestimulantes y enseñar los principales métodos de aplicación de agentes bioestimulantes incluyendo silicio, melatonina y microorganismos benéficos para mejorar la eficiencia de nutrientes y la tolerancia al estrés en la huerta.
Durante la ejecución del proyecto, los agricultores tuvieron la oportunidad de aproximarse al mundo de los bioestimulantes a través de una charla informativa, donde junto con conocer qué son, cómo funcionan, tipos, formulaciones y usos, también tuvieron una revisión de la normativa que los regula . Además, conocieron los beneficios del uso de silicio, melatonina y microorganismos en la agricultura, y participaron en un taller que les permitió poner en práctica lo incorporado y conocer los métodos de aplicación en cultivos típicos de la huerta a escala de agricultura familiar campesina.
La elección de bioestimulantes con silicio, melatonina y microorganismos beneficiosos en la agricultura responde a la búsqueda de soluciones más sostenibles y eficientes para enfrentar los desafíos actuales. El silicio fortalece las paredes celulares de las plantas, aumentando su resistencia a enfermedades y estrés abiótico como la sequía. La melatonina, por su parte, actúa como un antioxidante, protegiendo a las plantas de daños causados por el estrés oxidativo y mejorando su tolerancia a condiciones adversas. Los microorganismos beneficiosos, como las bacterias promotoras del crecimiento, colonizan las raíces y favorecen la absorción de nutrientes, además de producir sustancias que promueven el crecimiento vegetal y la tolerancia al estrés ambiental.
La incorporación de bioestimulantes en la agricultura familiar campesina puede tener considerables beneficios, entre ellos el aumento de la productividad, la mejora en la calidad de los productos, y la ayuda a los cultivos para una mejor adaptación a los efectos del cambio climático. Además, son importantes para el cuidado de los suelos, ya que su uso lleva a una reducción del impacto ambiental al disminuir la necesidad de pesticidas y fertilizantes. En resumen, este proyecto no solo ha permitido la transferencia de conocimientos científicos y técnicos, sino que también ha promovido prácticas agrícolas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Este proyecto representa una valiosa vinculación entre el quehacer universitario y la comunidad, promoviendo prácticas agrícolas innovadoras y respetuosas con el medio ambiente.
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