¿Las plantas sienten? Explorando su actividad eléctrica con ciencia abierta y colaboración educativa
Recientemente leí un estudio que me llamó mucho la atención. Se trata de una investigación colaborativa sobre cómo responden eléctricamente las plantas a distintos estímulos. Lejos de la imagen pasiva que solemos tener de ellas, resulta que muchas plantas reaccionan al contacto físico, al calor e incluso a heridas con impulsos eléctricos, una especie de “sistema nervioso vegetal” que, aunque más lento y distinto al nuestro, tiene su propia lógica. El trabajo fue publicado en Plant Signaling & Behavior y abordó una variedad de especies, desde carnívoras como la dionaea hasta cultivos comunes como el tomate.
Lo interesante no es sólo lo que descubrieron, sino cómo lo hicieron. En vez de reunir a un equipo de laboratorio tradicional, los autores decidieron incluir a estudiantes de secundaria, docentes y entusiastas de varios países (incluido ChileEEEEEHHH). Estas personas instalaron electrodos en hojas de distintas plantas, aplicaron pequeños estímulos —como una leve presión o una llama— y registraron las señales eléctricas con herramientas simples pero efectivas. Todo se coordinó de forma remota, a través de internet, y con materiales accesibles.
Este enfoque participativo permitió generar datos útiles sin necesidad de laboratorios sofisticados, demostrando que ciertos aspectos de la investigación científica pueden descentralizarse sin perder calidad.
En total, se estudiaron más de 15 especies y cerca del 60% mostró respuestas eléctricas detectables. Esto sugiere que las plantas son más activas de lo que pensamos, al menos internamente. Las señales registradas no implican conciencia ni emociones, pero sí indican que las plantas son capaces de transmitir información sobre su estado, algo que puede ser relevante para entender mejor su fisiología y su interacción con el entorno. No estamos hablando de una forma de pensamiento vegetal, pero sí de procesos que se pueden observar, medir y analizar.
Un detalle que me pareció particularmente simpático fue que, a pesar de que el experimento involucraba aplicar estímulos a las plantas, ninguna protestó, al menos no en términos humanos. Eso sí, algunas reaccionaron con descargas eléctricas sutiles, casi como un “¡oye, cuidado!”. Esas señales no se traducen en gestos visibles, pero ofrecen una ventana para estudiar la sensibilidad de los vegetales desde otra perspectiva, con métodos que, además, pueden ser replicados por comunidades educativas.
En suma, este estudio no sólo aporta datos interesantes sobre la actividad eléctrica en las plantas, sino que también propone una forma distinta de hacer ciencia: abierta, colaborativa y accesible. No es necesario tener un doctorado para contribuir a ciertos procesos de investigación, con una guía adecuada, se puede generar conocimiento desde muchos frentes. Ahora vayan a ver sus plantas, puede que les hayan estado enviando señales todo este tiempo sin que se den cuenta.
Si les interesó el estudio pueden revisarlo de punta a cabo porque está en acceso abierto:
Madariaga, D., Arro, D., Irarrázaval, C., Soto, A., Guerra, F., Romero, A., … Marzullo, T. (2024). A library of electrophysiological responses in plants – a model of transversal education and open science. Plant Signaling & Behavior, 19(1). https://doi.org/10.1080/15592324.2024.2310977