Cuando el cielo se convierte en un proyecto común: Ciencia Ciudadana en el descubrimiento del exoplaneta TOI-4465 b
Recientemente, un equipo de astrónomos de la Universidad de Nuevo México ha confirmado la existencia de un nuevo exoplaneta gigante llamado TOI-4465 b, que se encuentra a unos 400 años luz de distancia. Lo que realmente resalta de este descubrimiento es que no fue sólo un esfuerzo de científicos en sus centros de investigación sino que involucró a ciudadanos entusiastas de la astronomía de varias partes del mundo. Estos aficionados no sólo miran al cielo por placer, se han convertido en actores clave en la generación de nuevo conocimiento sobre el universo.
La historia comenzó cuando el satélite TESS de la NASA detectó un posible tránsito del exoplaneta, un momento fugaz cuando el planeta se interpone entre su estrella y nosotros, bloqueando parcialmente su luz. Para confirmar el hallazgo, los investigadores necesitaban observar un segundo tránsito, algo que ocurre sólo una vez cada 102 días. Y aquí es donde la participación ciudadana resulta crucial. Un grupo de 24 ciudadanos, distribuidos en 10 países, utilizó sus telescopios personales para rastrear este planeta fugaz, convirtiéndose en verdaderos detectives del espacio.
La metodología de esta investigación fue un ejemplo brillante de colaboración global. La escasa ventana para observar el tránsito, que dura aproximadamente 12 horas, significaba que el equipo de astrónomos tenía que coordinar esfuerzo y equipamiento, todo sin importar las discrepancias de horario o las inclemencias del tiempo. Mientras algunos miraban el cielo desde sillas en sus terrazas, los científicos profesionales y los ciudadanos unidos en este proyecto lograron captar las señales del exoplaneta a través de diversas técnicas de observación.
El resultado es este valioso hallazgo que no sólo amplía nuestro conocimiento sobre los planetas lejanos, sino que también evidencia el poder de la ciencia ciudadana. La participación activa de estos astrónomos amateurs es un recordatorio de que cualquier persona, armada con curiosidad y un telescopio, puede contribuir a investigaciones que alguna vez parecieron reservadas para expertos. Tal vez las estrellas sean más accesibles de lo que pensamos, y TOI-4465 b no es sólo un punto brillante en el cielo, sino una invitación a más personas a mirar hacia arriba y unirse a la exploración.
El descubrimiento de TOI-4465 b subraya la importancia de la colaboración entre profesionales y aficionados en la ciencia, mostrando que el cielo no es sólo el límite, sino el comienzo. Así que, mientras observamos el vasto universo, pensemos en el rol que cada uno puede jugar, porque cada mirada al cielo podría ser el primer paso hacia un nuevo descubrimiento.
Si les interesa revisar el paper original donde se detalla la ciencia tras el descubrimiento de este exoplaneta les dejo a continuación la referencia del artículo que, afortunadamente, está en acceso abierto:
Essack, Z., Dragomir, D., Dalba, P. A., Battley, M. P., Ciardi, D. R., Collins, K. A., Howell, S. B., Jones, M. I., Kane, S. R., Mamajek, E. E., Mann, C. R., Mireles, I., Oddo, D., Sgro, L. A., Stassun, K. G., Ulmer-Moll, S., Watkins, C. N., Yee, S. W., Ziegler, C., … Ziegler, M. (2025). Giant outer transiting exoplanet mass (GOT ‘EM) survey. VI. Confirmation of a long-period giant planet discovered with a single TESS transit. The Astronomical Journal, 170(1), 41. https://doi.org/10.3847/1538-3881/add88b